jueves, 30 de diciembre de 2010

domingo, 26 de diciembre de 2010

Paz y pan

Paz y pan para el niño soldado
para el niño ofendido.

Pan y paz para el niño indigente.

En todos los confines,
desde el trigo a la nieve
desde la sierra al llano,

pan y paz para la infancia.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

CITARÉ

María, este poema para ti, porqué tu me lo pediste y a ti nada puedo negarte.

Citaré a todas las estrellas olvidadas,

a todos los barcos sin timón y a todas las sirenas

clandestinas que cruzan las fronteras sin papeles.

A todas las veredas y a los nómadas descalzos,

a todos los mendigos que rinden su mirada a la limosna,

y a los niños de la calle, citaré.

Citaré a todos los sin techos de estómagos vacíos,

a los ojos sin lágrimas de pestañas quemadas por el llanto,

al viejo sin pensión y a los sin almas,

a los locos taciturnos y melancólicos de turno,

a las ratas, al gato sin uñas que mora en los arrabales del verso

al perro callejero carente de nombre y de caricias.

Los citaré a viva voz como ancestral juglar, sin cartas ni teléfono,

a viva voz, con palabras directas como dardos, sin adornos,

mirándoles la cara como tú siempre lo hacías.

Y si de todos los citados alguno se digna venir, le diré

que estoy triste, que no encuentro palabras que me alienten,

le diré que en agosto sembraste crisantemos,

que te fuiste a pecho descubierto con un verso en bandolera,

que rompiste la corbata que oprimía tu libertad,

que tu alma carece de ataduras.

Si tan sólo uno se digna a presentarse, le diré que te fuiste

con Bukoswki, le diré, Martín, que aquí sobre esta tierra

dejaste antes de irte un verso y un abrazo para ellos.

CITARÉ

sábado, 20 de noviembre de 2010

Apreciada Libertad:
He colgado en este blog la carta abierta a Pablo Neruda como me pides en tu comentario, si bien es un trabajo bastante antiguo, no es menos cierto que en la red no ha tenido mucha difusión y es por lo que he decidido publicarla , espero que la releas y la disfrutes.
Un beso.

Homenaje a Neruda

Homenaje a Neruda:
Hace ahora veinticuatro años conocí en Fuengirola a un exiliado chileno, aún recuerdo su nombre, se llamaba Renato, había sido un alto cargo de las líneas aéreas chilenas y, después del golpe de estado de pinochet tubo que huir de su patria, tras innumerables vicisitudes por países americanos y europeos, vino a recalar a España.
Renato dirigía un Púb, al que junto a mí compañera entré para tomar unas cervezas y preguntar si sabia de algún hotel no muy caro para pasar unos días de vacaciones, como era a primera hora de la tarde y no había ningún cliente a excepción de nosotros dos, lo que en principio podía haber sido un rutinario intercambio de palabras, se convirtió en una agradable y enriquecedora conversación que duró varias horas, hablamos de lo humano y lo divino y por supuesto de Pablo Neruda.
Hablamos del Neruda Hombre, de su compromiso con el pueblo, con los desheredados, de su idea sobre la patria; Neruda no concebía su patria como un país encorsetado, su sueño de nación, era el de una patria ancha como la primavera donde pudieran vivir en paz y en armonía, todos los colores, todos los olores y todas las formas del pensamiento humano.
Por supuesto hablamos del Neruda poeta y de su obra, Crepusculario (1923), veinte poemas de amor (1924), tentativa del hombre infinito (1925), Residencia en la tierra (1933), Las furias y las penas (1936), España en el corazón (1937), Canto general (1950), Memoria de Isla Negra (1964), etc. etc.) (en realidad habló Renato, yo escuchaba absorto y de vez en cuando me limitaba a preguntar o hacer algún comentario)
En lo que se refiere a su poesía coincidimos en que gozó de dos periodos diferentes, el inicial, que abarcaba desde sus primeros poemas hasta la publicación de Residencia en la tierra, luego, la guerra civil española le marcaría política y poéticamente. Antes de vivir la experiencia de la guerra civil, Neruda era un poeta muy humano y esencial, no le interesaba el compromiso social. Pero los trágicos sucesos ocurridos en España le hicieron tomar conciencia y como otros muchos escritores, se comprometería para siempre tomando partido a favor de los marginados sociales.
Hablamos también del Neruda coleccionista; coleccionaba: botellas, tenía concretamente 268, de diversos tamaños y colores agrupadas por temas; animales, manos, botas, figuras humanas e instrumentos musicales entre otras. También coleccionaba estribos ecuestres, cuchillos orientales, mascaras, libros de flora y fauna y poesía, mascarones proa, caballitos de madera y de cerámica, veleros dentro de botellas, insectos coleópteros, caracolas marinas que eran su debilidad, solía decir que era su mejor colección, pero su colección más postrera, fue la de los nombres de sus amigos escritores que iban feneciendo, el los escribía con tizas sobre las vigas de madera de su casa de isla negra y su amigo Rafael Plaza (Rafita) los marcaba con un formón y digo lo postrero porqué el último nombre lo escribió poco antes de su propia muerte y pertenecía al escritor Ascario Cotapos (1899-1969)
Eladio Méndez. G.Q.A. 16/10/04. Carta abierta a Pablo Neruda
Sr. D. Ricardo Eliécer Neftalí. Donde quiera que se encuentre.
Admirado Poeta. :
En primer lugar pedirte disculpas por dirigirme a ti por tu nombre de pila, pero es que yo también soy coleccionista y, aunque colecciono seudónimos (además de otras cosas), también recopilo nombres propios de poetas y me gusta mostrarlos.
Una vez aclarado por mi parte el motivo por el cual me he dirigido a ti por tu nombre de pila, paso a exponerte la razón de esta carta.
Hace algunos años conocí a un compatriota tuyo y me habló de ti, de tu poesía, de tu humanidad y de tus colecciones. Por aquel entonces yo coleccionaba ilusiones etéreas que a nadie mostraba por temor a que no me comprendieran, de hecho hoy es la primera vez que voy a sacar a la luz algunas piezas de mi colección y lo hago para enviártelas, pues sé que no tendrás ningún problema para recibirlas.
Aparte de las colecciones arriba citadas también recolecto llantos, miradas, suspiros y besos y es de estas últimas colecciones de la que quiero enviarte algunas esencias para conmemorar el centenario de tu nacimiento. No quiero parecer grandilocuente pero creo que puedo presumir de una colección bastante completa, ya que comencé a coleccionarlas nada más abrir los ojos a este mundo y como en cualquier colección que se precie, todos sus componentes son únicos, lo que no es óbice para enviarte alguno de los más preciados.
He buscado en el crisol donde guardo los llantos y, aunque no lo creas, me ha costado mucho decidir cuál mandarte. Tras ardua meditación he decidido enviarte el primer llanto de mi hija, ¡ha estado tanto tiempo en mi alma¡ y, como otro jamás ocupará su lugar, cuando mire la oquedad que ha dejado, no tendré dificultad en recordarlo.
Del anaquel de los besos, el primero, ése que nunca se olvida, el que me hace preguntarme dónde estarán aquellos labios que una vez me deleitaron.
Del almacén de los suspiros, te enviaré uno que casi te pertenece, me lo entregó una mujer mientras yo le recitaba versos de una canción desesperada.
Mi colección de miradas no tienen lugar determinado en mi alma y revolotean por doquier, ahora asoma una a mi memoria que quizá sea de tu agrado, es de un octogenario mirando con ternura tu morada de Isla negra.
En la esperanza de que te llegue más pronto que tarde este envío, recibe un abrazo de este coleccionista de utopías.
Eladio Méndez.

martes, 2 de noviembre de 2010

Con tres heridas

Miguel Hernández, llegó a Orihuela con tres heridas, con tres heridas que lastró a través del tiempo y durante toda su intensa y corta existencia física, con tres heridas, que más que impedirle realizarse como persona, le encumbraron al Olimpo de lo inmortal.
Llegó con tres heridas: la del amor, la de la muerte, la de la vida.
La del amor, eternamente abierta se la ofreció a Josefina, su novia de siempre, su musa, herida abierta a las caricias, a la ventana de los besos, a la candente entrega del deseo, receptiva al amor, oferente al deleite, a la entrega, abierta a los suspiros y al abrazo fecundo.
Herida, que ni el dolor opaco de la separación logró cauterizar.
Llegó con tres heridas: la del amor, la de la muerte, la de la vida.
La de la muerte, herida que pronto ascendió desde las abarcas del poeta a su frente de luna, herida que arrastró por las tenebrosas cárceles franquistas.
En Moura es vejado y detenido por los guardiñas secuaces de Salazar, quienes cargaron como una inmensa cruz, la herida de la muerte sobre la espalda del poeta del pueblo, de esa herida ya no logrará Miguel deshacerse.
Esa herida fue compañera inseparable del poeta, por las cárceles de: Huelva, Sevilla, Madrid, Orihuela, de nuevo Madrid, Palencia, como martillo sobre yunque otra vez Madrid, Ocaña, Albacete y Alicante. (Algunos llamaron turismo carcelario a esta infamia.) Y fue en Alicante donde la herida de la muerte consiguió anidar por fin en el cuerpo de Miguel.
De su cuerpo yacente germinaron caricias como inmensos poemas, poemas, que crecieron más allá de los libros, más allá de juicios fingidos, de cárceles sombrías, poemas, como ecos infinitos que braman sobre la conciencia de sus asesinos, ecos como viriles toros que envisten contra miedos y olvidos abriendo en la boca del silencio la herida de la muerte.
Llegó con tres heridas: la del amor, la de la muerte, la de la vida.
La de la vida, esta herida, llega a la grupa de un radiante corcel que galopando a través de la esperanza, abreva en los corazones de la inocencia y se nutre de la semilla temprana de la luz.
La herida de la vida, es fecunda, solidaria, no hay que temerla.
Si te hieres de amor, esperanza o justicia, siempre será venturosa la herida.
Qué herida puede ser más bella que la elegía a Ramón sije: No hay extensión más grande que mi herida, dice Miguel, en esta bella composición. Sabemos del dolor que producen los reveses de la vida, sin que por ello ignoremos que esta llaga dolorosa, nos hace sentir vivos.
Llegó con tres heridas a modo de poemas blandidos en su pecho.
Es un triste poema el tren de los heridos. Como triste es la guerra.

Sus desiertas abarcas colmadas de tristeza en la noche esperada, son un triste poema.
Y una gota de lluvia es un triste poema si corre por el rostro de algún niño yuntero.

domingo, 8 de agosto de 2010

Prenana para el niño que esperas


Pon la mano en tu vientre
cuando sientas que el tiempo
con su dulce cadencia
acaricia tu cuerpo
anunciando la hora.

Pon la mano en tu vientre,
y palpa con mesura
esa vida que aguarda
tras tu piel moldeada.

Cántale con cariño
esas viejas canciones
que de niña aprendiste.
Y repite en voz alta
las palabras más bellas
que te dejó la infancia.

Háblale de la rosa,
pero no le menciones
las espinas que tiene
su sencilla hermosura.

Háblale de las olas,
pero no le reveles
que, a veces, nos destruyen
los castillos de arena.

Y sobre todo, háblale
del amor que atesoras
para el día que lo mezas
con ternura en tus brazos.

domingo, 1 de agosto de 2010

Nana del niño que hizo
llorar a una estrella

En el jardín de los sueños
vertió su llanto una estrella;
le daba envidia mi niño
cuando jugaba a la rueda.

Mi nene va en un barquito
navegando hacia la tarde
y lleva como vigía
los ojitos de su madre.

El timón de chocolate,
las velas son de algodón,
el agua que besa el barco
es nieve blanca de amor.

Mi cielo ya está soñando
con charquitos de agua clara
y aunque moja sus zapatos
su madre no le regaña.

lunes, 26 de julio de 2010

Nana del niño que quería
ser marinero


La luna va de puntillas
sobre tu frente encantada
mientras la brisa te lleva
a un mar de canela en rama.

El pirata de los sueños
te acaricia con su barba
y una rosa de los vientos
pone sobre tu almohada.

Hoy me han dicho las estrellas
que en esta noche soñada
un crepitar de ilusiones
iluminará tu cara.

Hoy soñarás con corceles
de bonita crin dorada
galopando sobre albores
de caramelos y nata.

Niñito de sal y espuma,
duérmete sobre las algas
para que se abran tus ojos
cuando te despierte el alba.

domingo, 18 de julio de 2010

Nana para dormir sobre
un caballito de agua


A la nana nanita,
duerme, lucero,
que un caballo de agua
venga a tus sueños
para que lo cabalgues
a sotavento.

Sus ojos, horizontes;
su crin, la aurora;
su galopar son besos
de caracolas.

A la nana nanita,
mi niño tiene
la sonrisa tan limpia
como la nieve.

A la nana nanita,
duerme, mi niño,
pucheritos de aire,
pompas de lirios.

(Tac, tac… Tac, tac)

Duérmete, mi niño, duerme
con el ritmo de la silla,
para que ese caballito
no trote por tus mejillas.

domingo, 11 de julio de 2010

Nana para alcanzar
las estrellas



Yo le voy a regalar
al tesoro de mi casa
un caballito de amor
y una cunita de alba,
un lucero de algodón,
confites y caracolas,
para que duerma feliz
desde el ocaso a la aurora.

Y también le voy a dar
al suspiro de mi alma
una cometa que vuele
sobre la noche estrellada.

Para alcanzar las estrellas
una cuna venturosa,
un ramillete de soles
y los cantos de la alondra.

domingo, 4 de julio de 2010

Nana del hombre que quería
volver a su infancia


Niño yo quisiera ser
y volver a tu regazo
para escuchar esas nanas
que brotaban de tus labios,

para sentir la ternura
de tu cálida mirada
y jugar con los dibujos
que bordaras en mis sábanas.

Niño yo quisiera ser
para acariciar tu pelo,
para sentir en mi frente,
¡madre!, tus labios de ensueño.

Niño yo quisiera ser
para que me acariciaras.
Niño para siempre, niño,
en tus brazos y en tu alma.

domingo, 27 de junio de 2010

Nana para Víctor


Siento que creces sin verte,
revoltillo de la infancia;
sobre las manos abiertas
te me escapas como el agua.

Cinco eternas primaveras
condensas en tu mirada,
cinco sonrisas de amor
tu presencia me regala.

Me despiertan a diario
cinco inmensas travesuras,
cinco veces buenos días,
cinco abrazos con ternura.

Algodón de miel y sueños,
amalgama de deseos,
cinco minutos sin ti
me parecen algo eterno.

domingo, 20 de junio de 2010

Nana para Celia Manuela
(que vino al mundo a mitigar tristezas)


Aquel llanto sonoro
quebró la madrugada
inundando de dicha
el nuevo amanecer.

Y las mismas palomas
que ayer revoloteaban
en triste despedida
se tornaron pañuelos
para enjugar los ojos
de lágrimas radiantes.

Celia Manuela, niña,
llegaste con el alba
a mitigar lamentos
que del alba brotaban.

domingo, 13 de junio de 2010

Nana para el cuarto Ángel


Un Ángel de pelo blanco
se sienta sobre la noche,
sutiles manos mineras
están meciendo su nombre.

Quién pudiera, mi tesoro,
pintar sobre tu almohada
campanitas de zafiros
y pececillos con alas.

Duérmete, mi niño lindo,
que ya asoman los luceros
por el pretil de tu cuna
para velarte los sueños.

Ya viene la noche fría,
ya mi niño se ha dormido.
Dos mariposas azules
buscan en su sueño abrigo.

domingo, 6 de junio de 2010

Nana para un niño nómada


No tiene casa mi niño
ni cuna para que sueñe.
Está llorando en silencio
y su llanto me estremece.

Un caudal de mariposas
le va cubriendo su cara
y son mis trémulos labios
las redes que las atrapan.

Duérmete, bello lucero,
en los brazos de tu madre,
que está llegando la noche
y viene para asustarte.

Duérmete hasta el alba, hijo,
duérmete, mi cielo, duerme,
que el trinar de la mañana
traeré para que despiertes.

domingo, 30 de mayo de 2010

Nana para el gitanito
Que no tenía cuna



Piel de canela y llanto.
¡Ay! Luna lunita luna,
duerme el niño entre cartones
porque no tiene una cuna.

Un sonajero de ausencias
le regala una gitana.

¿Por qué a los niños sin cuna
nadie regala esperanzas?..

¡Ay luna lunita luna,
nadie les da una esperanza.

domingo, 23 de mayo de 2010

Nana para el niño que dormía
a su hermanito

En una choza de juncos,
sentadito en una piedra,
estás cantando una nana
para que tu hermano duerma.

Su madre ya está en el cielo,
se fue con la primavera,
el niño de cinco añitos
está llorando de pena.

Duérmete, hermanito mío.
Aunque la noche es cerrada,
la iluminará un lucero
al escuchar esta nana:

“Mí niño se está durmiendo
en una cuna de plata
y sueña que es bucanero
con grandes barbas doradas.

En un bajel de ilusiones
ha de surcar la mañana
para conquistar las islas
de piñones y avellanas”.

domingo, 16 de mayo de 2010

Nana del hijo del pescado

Hoy tu padre se ha dormido
en olas de espuma blanca,
ya nunca pondrá sus labios
sobre tu frente de nácar.

En el mar de tus ojitos
se refleja la amargura
mientras tu madre musita
una nana con ternura.

Te voy a hacer un moisés
con la forma de un barquito
para que duermas y sueñes
sirenas y pececitos.

lunes, 10 de mayo de 2010

Nana para un huerfanito


En el hospicio no hay cunas
ni madre que te consuele,
sólo niños huerfanitos
y tristeza en las paredes.

Niños de sonrisas yertas
y de miradas amargas,
como soles de mercurio,
así se vierten sus lágrimas.

A través de la ventana
se está colando la luna,
y son sus rayos de lirios
ramilletes de ternura.

Duérmete, cariño lindo,
aunque no te canten nanas,
ni te abracen, ni te besen,
ni te ofrezcan esperanzas.

Nana para un huerfanito

domingo, 2 de mayo de 2010

Antinana para no dejar
dormir a los niños de África

Febrilmente asustado
llora el niño en la noche
y su cuerpo menudo
lo acaricia la luna.

En esa pobre tierra
donde las hienas gruñen
las nanas con sus risas
las alas de los buitres
parecen castañuelas.

Febrilmente cansado,
como si fuese un juego,
el niño se adormece
sobre los matorrales.

Febrilmente despierto,
con los ojos cerrados,
el niño se sosiega
cuando despunta el alba.

Las hienas y los buitres,
febrilmente en alerta,
aguardan su alimento
con voraz apetencia.

miércoles, 28 de abril de 2010

Nana para un niño maltratado

Con dolor sin medida
recibes en tu rostro
el hipócrita beso
de unos labios ingratos.

Con sonrisas respondes
y te vas hacia el sueño
haciendo pucheritos
y ofreciendo perdón
con tu dulce mirada.

Esas palabras broncas
que te hieren y humillan,
las transformas en nanas
y te quedas dormido.

Porque sabes, mi amor,
que el sueño es un refugio
para el niño que sufre.

domingo, 18 de abril de 2010

Nana para dormir
a un niño sordomudo

Cuando la voz no alcanza
para dormir a un niño,
utiliza el lenguaje del amor.

Haz que tus ojos se conviertan
en palomas y que su vuelo azul
cercene la barrera del silencio.

Moldea con tus manos
sonajeros de risas
y juega con tus dedos
a los cinco lobitos.

Procura que tus labios
sean manantial de besos
y humedece su frente
con sutiles caricias.

Cuando la voz no baste,
regálale sonrisas,
abrazos y ternura.

Con eso es suficiente
para dormir a un niño…

Y cuando esté soñando,
susúrrale,
susúrrale una nana.
Nana para dormir
a un niño sordomudo

Cuando la voz no alcanza
para dormir a un niño,
utiliza el lenguaje del amor.

Haz que tus ojos se conviertan
en palomas y que su vuelo azul
cercene la barrera del silencio.

Moldea con tus manos
sonajeros de risas
y juega con tus dedos
a los cinco lobitos.

Procura que tus labios
sean manantial de besos
y humedece su frente
con sutiles caricias.

Cuando la voz no baste,
regálale sonrisas,
abrazos y ternura.

Con eso es suficiente
para dormir a un niño…

Y cuando esté soñando,
susúrrale,
susúrrale una nana.

lunes, 12 de abril de 2010

Nana para un niño ciego


No quiere dormir mi niño,
quiere otear horizontes
para atrapar con sus manos
cometas, nubes y soles.

Sus ojos en la penumbra
buscan la raya del alba.
Todo lo anega su llanto
con una tristeza amarga.

Son sus sueños lagrimitas
que van surcando la noche
para escapar del destino
de esa oscuridad sin nombre.

¡Cómo me hieren, tesoro,
esos pájaros de agua
que anidan entre tus ojos
cuando asoma la mañana!

Como un manantial que brota
de las lunas de mi espalda
fluye el sueño de tus ojos
y se queda en mi garganta.

lunes, 5 de abril de 2010

Nana para el niño que sueña


De azafrán y canela
los prados verdes,
y mi niño en su cuna
sueña que duerme.

Cuando llega la noche
con sus ladridos,
a mi niño lo encuentra
siempre dormido.

La tortuguita sueña
con camarones,
los sueños de mi niño
son de alfajores.

Si su gatito sueña
con un ovillo,
mi niño “cuando duerme"
sueña conmigo.

La tortuga y el gato
ya están durmiendo,
mi niñito en su cuna
sueña despierto.

domingo, 28 de marzo de 2010

Nana para un niño cíngaro


Por la orilla del arroyo
se está acercando la noche.
Viene cargada de sueños,
de estrellitas e ilusiones.

Con el murmullo del agua
se está durmiendo mi niño.
El viento duerme en los juncos.
Sobre la espuma, el suspiro.

La luna, que está acunando
su cuerpecito moreno,
hace que mi niño sueñe
que es primavera el invierno.

Mi niño ha cogido el sueño
y es su madre quien lo acuna.
¡Qué bellas son las mujeres
cuando la inocencia arrullan!

Mientras los cíngaros bailan
aguardando la mañana,
las cíngaras junto al fuego
están entonando nanas.

lunes, 22 de marzo de 2010

Nana para un niño pobre


Para que duerma mi niño
con la barriguita llena,
voy a cantarle una nana
con sabor a hierbabuena.

Ea ea, ea ea ea
duérmete mi rorro,
que el sueño te espera.

Para que mi niño duerma
bien calentito en su cuna,
voy a tejerle una manta
de cariño y de ternura.

Ea ea, ea ea ea
duérmete mi rorro,
flor de primavera.

Para que mi niño duerma,
voy a traerle a su cuna
una paloma de ensueño
fraguada con luz de luna.

Ea ea, ea ea ea
duérmete mi rorro,
que el sueño te espera.

domingo, 14 de marzo de 2010

Nana para un niño hambriento


Sueña el niño con el sueño
y con montañas de azúcar.
Sueña con pechos colmados
y sueña que los disfruta.

Con universos de leche
el niño sueña en su cuna,
con manantiales de néctar
y litorales de trufas.

domingo, 7 de marzo de 2010

Nana para dormir
a un niño saharaui

La jaima es un oasis
de espejos en el Sahara
donde mi niño duerme,
¡crisol de torrenteras!

En tus sueños las dunas
son veneros profundos,
marismas de agua dulce
y arrecifes de mijo.

Cuando la noche llega
y envuelve tu reposo,
del horizonte emergen
arcoiris de espumas.

Si de olvidos y arenas
tus sueños han forjado,
de gacelas y acacias
será tu amanecida.

lunes, 1 de marzo de 2010

Nana del niño que no quería dormir

Duerme mi niñito, duerme,
duerme la noche más bella
que tu sueño es más hermoso
que un rebañito de estrellas.

Duerme mi niñito, duerme,
duerme tranquilo en tu cuna
que te velan dos luceros
mientras te arrulla la luna.

Duerme mi niñito, duerme,
que se está acercando el alba
y si te encuentra despierto,
se eclipsará la mañana.

Duerme mi niñito, duerme,
que mi voz está cansada
y si continuas despierto,
nunca acabaré esta nana.

domingo, 21 de febrero de 2010

Nana para dormir al sueño

Para dormir al sueño
es preciso ponerle
un pijama de estrella
a la palabra noche,

caminar con sigilo
por la luz de la aurora
bostezando sonrisas
sobre estelas azules,

atrapar con el alma
los errantes luceros
y acariciar las crines
de lejanos fulgores...

Y al despertar la luna
se nos dormirá el sueño
sobre un reloj varado
en la esencia de un lirio.
Nana para dormir al sueño

Para dormir al sueño
es preciso ponerle
un pijama de estrella
a la palabra noche,

caminar con sigilo
por la luz de la aurora
bostezando sonrisas
sobre estelas azules,

atrapar con el alma
los errantes luceros
y acariciar las crines
de lejanos fulgores...

Y al despertar la luna
se nos dormirá el sueño
sobre un reloj en la esencia de un lirio.
Hola, a partir de hoy iré colgando poemas del libro de nanas “Arrullos” que en su día fue editado con la inestimable colaboración de Caja Rural de Extremadura.