domingo, 27 de junio de 2010

Nana para Víctor


Siento que creces sin verte,
revoltillo de la infancia;
sobre las manos abiertas
te me escapas como el agua.

Cinco eternas primaveras
condensas en tu mirada,
cinco sonrisas de amor
tu presencia me regala.

Me despiertan a diario
cinco inmensas travesuras,
cinco veces buenos días,
cinco abrazos con ternura.

Algodón de miel y sueños,
amalgama de deseos,
cinco minutos sin ti
me parecen algo eterno.

domingo, 20 de junio de 2010

Nana para Celia Manuela
(que vino al mundo a mitigar tristezas)


Aquel llanto sonoro
quebró la madrugada
inundando de dicha
el nuevo amanecer.

Y las mismas palomas
que ayer revoloteaban
en triste despedida
se tornaron pañuelos
para enjugar los ojos
de lágrimas radiantes.

Celia Manuela, niña,
llegaste con el alba
a mitigar lamentos
que del alba brotaban.

domingo, 13 de junio de 2010

Nana para el cuarto Ángel


Un Ángel de pelo blanco
se sienta sobre la noche,
sutiles manos mineras
están meciendo su nombre.

Quién pudiera, mi tesoro,
pintar sobre tu almohada
campanitas de zafiros
y pececillos con alas.

Duérmete, mi niño lindo,
que ya asoman los luceros
por el pretil de tu cuna
para velarte los sueños.

Ya viene la noche fría,
ya mi niño se ha dormido.
Dos mariposas azules
buscan en su sueño abrigo.

domingo, 6 de junio de 2010

Nana para un niño nómada


No tiene casa mi niño
ni cuna para que sueñe.
Está llorando en silencio
y su llanto me estremece.

Un caudal de mariposas
le va cubriendo su cara
y son mis trémulos labios
las redes que las atrapan.

Duérmete, bello lucero,
en los brazos de tu madre,
que está llegando la noche
y viene para asustarte.

Duérmete hasta el alba, hijo,
duérmete, mi cielo, duerme,
que el trinar de la mañana
traeré para que despiertes.